Muchas personas asumen que el problema del spam solo afecta a lo que recibimos, pero también ocurre al enviar correos. Es frustrante descubrir que tu mensaje importante ha terminado en la carpeta de «Correo no deseado» del destinatario. Esto puede deberse a múltiples factores, pero lo importante es que tiene solución.
Uso de palabras sospechosas o formato inadecuado: Las palabras como «gratis», «oferta» o «haz clic aquí» pueden activar los filtros de spam. Además, el abuso de mayúsculas, signos de exclamación o colores llamativos también puede ser un problema.
Problemas con tu dirección de correo: Si usas un dominio mal configurado o una cuenta gratuita que se ha utilizado para spam en el pasado, los filtros podrían marcar automáticamente tus mensajes.
El destinatario no te tiene en su lista de contactos: Muchos proveedores de correo consideran como más seguros los mensajes enviados por contactos conocidos.
Escribe correos claros y sin trucos: Asegúrate de que el asunto sea directo y que el contenido no tenga elementos sospechosos. Ejemplo: en lugar de «¡OFERTA LIMITADA! HAZ CLIC AHORA», utiliza «Información relevante para ti».
Revisa tu firma y configuración de correo: Comprueba que tu dirección de correo no contenga errores y que la firma no incluya enlaces sospechosos. Si usas un dominio propio, configura registros SPF, DKIM y DMARC (aunque esto puede requerir ayuda técnica).
5. Pide a los destinatarios que te añadan a su lista de contactos: Es una forma simple y efectiva de aumentar las posibilidades de que tus correos lleguen a la bandeja principal.
6. Usa cuentas de correo profesionales: Si tienes un negocio o proyecto, considera usar un dominio propio (por ejemplo, «tunombre@tuempresa.com«). Los proveedores como Gmail o Outlook para empresas suelen tener mejores reputaciones.
7. Evita enviar correos masivos: Si necesitas enviar un mismo mensaje a varias personas, usa herramientas específicas como Mailchimp o servicios similares para que los correos sean bien gestionados.
8. Cómo comprobar si tus correos están siendo marcados como spam: Pregunta a tus destinatarios o usa herramientas como Mail Tester para analizar si tus correos podrían terminar en spam.
Enviar correos que lleguen directamente a la bandeja de entrada es clave para una comunicación efectiva. Con unas pequeñas mejoras en tus hábitos al enviar correos y en la configuración de tu cuenta, puedes evitar que tus mensajes acaben siendo SPAM.
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